viernes, 17 de julio de 2015

Cataluña vista desde Grecia

La UE ha actualizado en euros el viejo dicho "todo lo que no son pesetas son puñetas"


La sorprendente conducta del primer ministro griego Tsipras ha generado desde el primer momento todo tipo de comentarios y especulaciones. No parece exagerado decir que nadie se esperaba que hiciera lo que ha hecho. Seguramente más tarde o más temprano sabremos por qué lo hizo, pero de momento no hay nada que nos de pistas suficientes para formular ninguna hipótesis medianamente válida.

Pero sean cuales sean sus motivos, el caso Tsipras nos invita a reflexionar sobre otro hecho de plena actualidad en Cataluña, como es la lucha por la independencia patria. Una lucha plenamente legítima y humana que viene de muy lejos, que ha sido secreta durante muchos años, pero que ahora pasa por un momento esplendente debido al beneficio electoralista que algunos políticos catalanes y españoles de ella sacan.

Desde que el pueblo catalán se lanzó a la calle en manifestaciones pro independencia tan claras y contundentes como las de las tres últimas celebraciones de la Diada (Fiesta Nacional Catalana), los principales programas de la televisión catalana han girado en torno a dos temas: 1) la viabilidad económica de una Cataluña independiente de España; y 2) la posibilidad de poder seguir formando parte de la UE, una posibilidad que en todo momento han dado por buena y deseable.

A nuestro entender ha habido dos razones para concentrar el discurso independentista en estos dos puntos. La primera que se nos ocurre es el materialismo que impregna la mentalidad de la población catalana actual. La segunda es la ideología derechista y claramente neoliberal del partido que gobierna y que controla los principales medios de difusión.

Atrás quedaron ya aquellos años 60 en que se reivindicaba la independencia como un derecho de justicia. Ahora de justicia el discurso oficial casi no habla; sólo habla de interés. "España nos roba. Cuando seamos independientes tendremos mejor economía y viviremos mejor". ¿Quién vivirá mejor, el pueblo catalán o tan solo las clases privilegiadas? ¿Quien nos dice que no vamos a caer en manos de una UE neoliberal que nos convertirá en colonia suya, tal cual hace ahora con Grecia? Que esto ocurra o que no, dependerá de quien haga los pactos, si es que algún día se llegan a hacer, y mal augurio es que el movimiento independentista esté liderado por una formación neoliberal como es CDC.

La independencia de nuestro país es un bien deseable sin duda alguna. En el fondo de lo más hondo del sentimiento patrio palpita la esperanza de alcanzarla. Por esta razón la independencia se ha convertido en una idea potente que mueve gente sin pensar en nada más que en empujar para tenerla.

De ese afán se vale el partido del gobierno para su propio provecho, ya que con una muy bien coordinada acción de todos los medios de información que controla consiguió imponer a su presidente como líder del movimiento independentista. La gente lo acepta sin pensar en nada más que en ser independientes. Como si él tuviera la clave de la independencia patria, cuando en realidad no tiene nada más que buenas palabras.

En fin... Más tarde o más temprano el pueblo abrirá los ojos y se dará cuenta del engaño, como ahora se está empezando a ver el gran amor que profesaba por Cataluña el Muy Honorable Presidente Jordi Pujol. Esperamos que cuando eso ocurra, haya todavía ánimos para seguir luchando en pro de una Cataluña independiente y socialmente más justa que la que ahora se vislumbra. / PC

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