viernes, 14 de febrero de 2020

Cataluña tierra de ratones



El conflicto territorial sigue siendo en España la excusa de que se vale la élite política para manipular a la población y poder seguir así defendiendo los intereses de los ricos.

Ingenuamente cree el pueblo catalán independentista que cuando los políticos catalanes no dependan de los españoles habrá más justicia social en Cataluña. Casi nadie repara en que los líderes de las dos principales fuerzas independentistas son tan de derechas y neoliberales como sus pares españoles, que están por la privatización de todos los servicios que son básicos para el bienestar de la población y que tan enemigos son del pueblo unos como otros.

Acá en España, y en gran parte del mundo, se ha impuesto el sistema de democracia que cuenta la fábula “Mouseland” (Tierra de ratones), según la cual los ratones eligen para que los gobiernen a gatos blancos y gatos negros alternativamente. (1)

El control de los medios informativos por parte de la clase adinerada hace que la desinformación impida que el pueblo vea con claridad las maquinaciones y patrañas de quienes gobiernan.

El control de los poderes estatales sobre el acceso a la política impide a su vez que accedan a ella quienes no van a defender los intereses de las clases privilegiadas, que son las que pagan el sueldo a quienes llevan a cabo tales controles.

El resultado de dichos filtros es una falsa democracia o, como bien señaló en su día José Luís Sampedro, una auténtica plutocracia. Son los ricos quienes imponen su voluntad mediante sus fieles servidores.

Los ricos promueven a sus protegidos para los cargos públicos. Saben que les deberán el fabuloso sueldo que dichos cargos conllevan y que lo van a perder si no defienden los intereses de quienes los promovieron. Y así es como los ricos imponen su voluntad sobre el pueblo.

Una prueba evidente de lo que exponemos está en la propuesta de ley de contratos de servicios a las personas, conocida como “Ley Aragonés”, hecha por Esquerra Republicana de Catluña (ERC) y apoyado por su socio de gobierno Junts per Catalunya (JxCat). Ambos partidos son de ideología neoliberal, pese a que en el nombre de ERC figure en primer lugar Esquerra (Izquierda). Dicha ley propone la privatización de 250 servicios públicos en Cataluña y es la puerta abierta a privatizaciones masivas.

Más de 50 entidades, asociaciones y sindicatos se han opuesto desde el comienzo a esa ley que representa pérdidas importantes de bienestar para las clases más desfavorecidas del pueblo catalán.

A la vista de las numerosas manifestaciones de desaprobación por parte de asociaciones civiles, los grupos políticos de la oposición, que en principio daban soporte a la propuesta ley, han decidido oponerse a ella. Pero que nadie se haga ilusiones, que no es el bienestar de la población lo que motiva su cambio de actitud sino el oportunismo político. Un oportunismo que en cualquier momento les hará cambiar de posición.

Una vez más ha quedado demostrado que solo el pueblo puede defender los intereses del pueblo. Que gran parte de los políticos son unos venales. Que venden su alma al diablo con gran facilidad, creando de ese modo una infinidad de infiernos acá en la tierra. Y lo que es peor: creando un modo de proceder contrario a toda ética y principios de humanidad.

Pero haya esperanza o no de que eso cambie, una cosa debemos tener clara: el pueblo podrá ser vencido en miles de batallas, pero solamente la lucha podrá evitar que caigamos en la total esclavitud. /PC


Publicado en ECUPRES