lunes, 28 de septiembre de 2015

Elecciones autonómicas en la comunidad autónoma catalana del Estado español



Ayer domingo 27 de setiembre se celebraron elecciones autonómicas en Cataluña, las cuales habían sido presentadas por el actual gobierno autonómico catalán a modo de plebiscito. Las formaciones independentistas obtuvieron 72 de los 135 escaños parlamentarios, lo cual les permitirá gobernar en mayoría.

Con una población de siete millones y medio de habitantes, Catalunya representa el 16% del Estado español. La organización en comunidades autónomas del estado concede a las mismas algunas competencias administrativas, lo cual no impide que en algunas de ellas una buena parte de la población sienta que está injustamente sometida al Estado. Tal es el caso de Cataluña, que fue anexada a la corona española hace tres siglos por la fuerza de las armas, habiéndosele impuesto leyes, administración y lengua. 

La dictadura que instauró en el Estado español el triunfo de los rebeldes fascistas sobre el legítimo gobierno de la II República se empeñó en llevar a cabo un auténtico genocidio cultural en Cataluña y en Euskadi. La franca resistencia que encontró en ambos territorios hizo que sus respectivas lenguas, el catalán y el euskera perviviesen hasta el advenimiento de la democracia y la organización estatal en forma de comunidades autónomas, tras la cual fueron declaradas cooficiales las lenguas autóctonas en sus respectivos territorios y establecía obligatoria su enseñanza en la escuela. 

No obstante, la política regresiva que la derecha española ha llevado a cabo en las dos últimas legislaturas ha exacerbado los ánimos y ha fortalecido la reivindicación nacional del pueblo catalán, la cual ha hecho suya el actual presidente autonómico Artur Mas a fin de desviar hacia el independentismo la indignación del pueblo por las políticas neoliberales que su gobierno está llevando a cabo. 

Sin dudar en absoluto del sincero deseo de una buena parte del pueblo catalán de librarse de la opresión española, cabe señalar que las grandes movilizaciones populares que han precedido a las presentes elecciones autonómico han sido posibles gracias a la gran cantidad de propaganda de todo orden que los medios informativos catalanes vienen desplegando a lo largo de los últimos tres años más la acción continuada de organizaciones como Assemblea Nacional Catalana (ANC), Associació de Municipis per la Independència (AMI) entre muchas otras, más las propias de los partidos independentistas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Candidatura d’Unitat Popular (CUP) principalmente, a las cuales hay que agregar las de toda la izquierda extraparlamentaria catalana que de un tiempo acá está en plena actividad de reivindicación social y patriótica a un tiempo, puesto que como ya señalaron los libertarios catalanes allá por los años treinta del pasado siglo veinte, la libertad de los pueblos es tan exigible como la de las personas.

Hoy veintiocho de setiembre de 2015 se inicia una nueva etapa en la política catalana que sin duda afectará a la española. Los gobiernos estatales podrán seguir haciendo oídos sordos a las reivindicaciones del pueblo catalán durante bastante tiempo, conocedores como son del viejo refrán que dice “perro ladrador poco mordedor”, pero difícilmente podrán evitar que el clamor reivindicativo independentista se sume a los que despiertan las injustas políticas neoliberales que impone la UE.

No es probable que Catalunya pueda por el momento independizarse de España porque ni la UE ni ninguna potencia mundial parecen estar dispuestas a dar soporte a procesos secesionistas, pero no es descartable que surjan organizaciones políticas capaces de encauzar la rebelión del pueblo de modo tal que obligue a establecer formas de gobierno y organización estatal que puedan ser aceptadas por las minorías que en el presente se muestran agraviadas.

El poder opresor del capitalismo es inmenso y se ha impuesto en el mundo entero de forma aterradora. Pero el espíritu de rebeldía es inherente a la naturaleza humana y sin duda va a presentar batalla a la opresión hasta el final de los tiempos. La actual lucha del pueblo catalán por reivindicar su soberanía se sumará sin duda alguna a la de otros pueblos y naciones que sufren la injusta organización social que las oligarquías imponen. Los logros de esas luchas son impredecibles, pero es obvio que de ellas depende el futuro de la humanidad, amenazada hoy día por la codicia de unas minorías enloquecidas que destruyen el mundo entero. 

En este 27S el pueblo catalán ha dado muestras de querer poner la dignidad humana en el primer plano de la política. Quienes sentimos palpitar en nuestro pecho un corazón catalán nos enorgullecemos de ello y esperamos que esta lucha continúe hasta establecer en nuestra patria catalana el pleno dominio de la justicia social y el respeto que todo ser humano y por ende la población merecen. /PC




lunes, 21 de septiembre de 2015

Carta a un amigo independentista

Los seres humanos somos diversos, pero aun así podemos colaborar.


Querido amigo,

Me dices que llevas setenta años siendo independentista. Bueno yo lo soy desde no hace tanto, pues solo tengo ochenta. Nací en febrero del treinta y cinco, en tiempos de la República, cinco meses antes del alzamiento militar de la España fascista. He mantenido vivos a lo largo de mi vida recuerdos de la guerra, los bombardeos (uno de ellos mató a mi abuelo)… El de cuando con cuatro años conocí a mi padre. Todavía me acuerdo de cómo iba vestido mientras me tenía alzado en su brazo izquierdo y abrazaba a mi madre con el derecho. Y aún me parece estar oyéndola llorar y mientras me decía "es tu padre, hijo; es tu padre".

Recuerdo la posguerra, los años cuarenta, las colas con mi madre que teníamos que hacer casi a diario para conseguir la comida. Recuerdo haber visto un guardia civil empujando a golpes con el fusil las mujeres que hacían una de esas colas para se pusiesen en fila.

En casa no éramos independentistas sino catalanes de clase trabajadora. Mi madre, nacida en Aragón, junto a la zona limítrofe denominada La Franja, vino a Barcelona con 16 años y lo primero que hizo fue aprender a hablar catalán. Se conocieron con mi padre hablando catalán y así siguieron siempre, a pesar de que mi padre dominaba muy bien el castellano porque se crió en la República Argentina y allí cursó sus estudios básicos (él no omitió nunca la palabra República cuando nombraba ese gran país). Mi lengua materna es, pues, el catalán y nunca he perdonado al Estado español que me impidiese aprenderlo en la escuela.

El catalanismo no fue nunca tema de conversación en casa. Sí lo eran los recuerdos de la guerra, tanto del frente como de la retaguardia, los tiempos de la república, las huelgas, los sindicalistas, los pistoleros de la patronal, los hechos de mayo de 1937 en Barcelona. Cuando ya en los años setenta leí "Homenaje a Cataluña" de Orwell y "Els fets de maig" (Los hechos de mayo) de Manel Cruells, yo sabía ya lo que ellos explican por haberlo oído repetidas veces en casa. Y me quedé gratamente sorprendido al ver cómo coincidía lo que contaban con lo que en mi casa se explicó.

Fue a partir de los hechos vividos tanto por mí personalmente como por mi familia que tomé conciencia de la injusticia que padecía el pueblo catalán del que yo era parte. No fueron los libros ni los juegos florales ni la cultura catalana burguesa, que yo no conocía, lo que a mí me motivó desde muy joven sino un sentimiento hondo de estar sufriendo injusticia, tanto por parte del Estado español como de la burguesía catalana que año tras año venía explotando la clase trabajadora, de la cual yo era parte, valiéndose de las leyes españolas y de la fuerza coactiva que las imponía.

Para mí la independencia de Cataluña no es un fin sino un hito en el camino hacia un mundo más justo que el actual. No es un privilegio étnico sino un hecho de justicia, igual como lo era para los libertarios que a pesar de luchar al lado de la República querían la independencia de Cataluña porque no aceptaban que ningún pueblo sometiese a otro pueblo. Por esa razón tanto me da quien la defienda, si un catalán de pura cepa como era mi padre o un forastero que ha elegido Cataluña para vivir, como era mi madre. Lo único que no acepto es que en nombre de esa independencia se dé la espalda a las necesidades de la mayor parte de la población catalana, que, sea cual sea su origen, es el pueblo catalán de hoy día.

No distingo entre blancos y negros, moros y cristianos, catalanes y castellanos, según expuse en un escrito que publiqué con este título. Distingo, eso sí, entre quiénes están por los privilegios y quiénes por la justicia. Y justicia es restituir lo que se ha tomado con violencia, como España tomó Cataluña. El tiempo no hace buenas las acciones malas, por más que desvanezca el recuerdo y dificulte la reivindicación de los derechos arrebatados. Ni tres siglos ni mil son suficientes para hacer que prescriba un agravio. El pueblo catalán merece un respeto y todo el mundo que acá venga debe tenerlo presente si no quiere convertirse en invasor.

Este respeto que yo reclamo lo aprendí desde niño de mi madre y de mi padre. Ella con su comportamiento al venir de joven en Cataluña. Él con el amor que expresaba al hablar de la República Argentina que acogió a su familia. Y ese es el comportamiento que a mí me gustaría hallar en quiénes viven ahora en este mi país que es Cataluña.

Por todo esto que te cuento, amigo mío, ya verás que tú y yo no coincidimos plenamente en lo tocante al independentismo. Pero confío en que podamos estar de acuerdo en lo que para mí es esencial, que es la reivindicación de lo justo. Si así es, seguiré sintiendo que entre tú y yo hay suficiente afinidad como para poder seguir colaborando en pos de un mundo más humano. 

domingo, 20 de septiembre de 2015

La campaña presidencial de Artur Mas se complica


La banca catalana se une a la española y juntas amenazan con duras acciones en caso de que Cataluña se declarase independiente. 


Ha estallado como una bomba en plena campaña electoral la noticia de que Unió Democràtica de Cataluña (UDC), la formación política que hasta junio del corriente ha sido socia de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) se pone abiertamente en contra de la propuesta independentista en la que el actual presidente Artur Mas afianza su candidatura.

Estamos a menos de una semana del 27S, una fecha que según el presidente Mas debe determinar si la mayor parte del pueblo catalán está o no por la independencia. Todas las formaciones políticas candidatas están en plena actividad. La lucha es feroz. Todo el mundo tira a matar. Descalificaciones, mentiras... Una vez más el fin justifica los medios.

La independencia de Cataluña en relación a España es el sueño de la mayor parte del pueblo catalán, que es minoría en la actual población de Cataluña. Es un sueño que grupos de activistas pro independencia vienen cultivando con tesón y mucho coraje a lo largo de los años, lo cual comportó gran riesgo personal en tiempos del dictador Franco. De ese sentimiento de nación se valió la derecha catalana para gobernar tras la dictadura desde 1980 hasta el presente, salvo entre 2003 y 2010, que el gobierno estuvo en manos de la izquierda moderada. 

Cuando en diciembre de 2010 Artur Mas asumió la presidencia del gobierno autonómico catalán la coalición CiU (CDC + UDC) cruzaba un momento bajo. Consiguió un discreto triunfo electoral pero necesitó pactar con los representantes de la derecha española, Partido Popular Español (PP), para ser investido y gobernar entre 2010 y 2012. Fue en ese período de gobierno cuando comenzaron en Catalunya los recortes presupuestarios al bienestar social que dieron lugar a las protestas populares de 2011. A fin de librarse de la presión de su aliado PP, el presidente Mas convocó elecciones autonómicas en 2012. Para asegurarse el voto de los independentistas catalanes prometió convocar un referéndum pro independencia si era elegido presidente. Fue investido con el soporte de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido presidido por Oriol Junqueras, estableciendo con él un Pacto de Gobernabilidad que finaliza en 2016.

Las medidas de gobierno del presidente Mas han estado marcadas por una gran disminución del bienestar social en Catalunya, lo que ha dado lugar a un gran malestar público. A fin de librarse de la desafección que la disminución del bienestar meritaba, Mas ha culpabilizado al gobierno del Estado de la insuficiencia presupuestaria que le obliga a llevarlas a cabo, uniendo de ese modo su discurso al discurso independentista que desde 2012 ha tomado fuerza en la sociedad catalana. Ello le ha convertido en líder oficial del independentismo catalán. 

No habiendo podido cumplir su promesa de convocar un referéndum para decidir sobre la independencia de Cataluña porque el gobierno estatal se lo impidió, Mas anunció que convocaría unas elecciones autonómicas que tendrían carácter plebiscitario y en caso de tener mayoría parlamentaria servirían para dar comienzo a un proceso político que debería culminar con la declaración unilateral de independencia de Cataluña respecto de España. La fecha asignada para esa convocatoria es el próximo domingo 27 de setiembre. 

Tras el pacto de gobierno con ERC, las relaciones entre el partido presidido por Artur Mas, CDC, y su socio UDC empezaron a tensarse, hasta el punto de romperse el pasado mes de junio. De entonces acá el partido del gobierno ha dejado de ser la coalición CiU para ser CDC.

La decisión de Artur Mas de ponerse al frente del independentismo catalán conlleva gran riesgo en la medida que es una apuesta por la ruptura institucional con el Estado. Visto a través de una óptica “sensata”, más que un plan político parece un sueño inalcanzable. Quizá por esa razón el gobierno estatal no le ha dado mayor importancia que la conveniente a su beneficio electoralista. Pero en la medida que UDC presenta candidatura para las próximas elecciones, oponerse es lo correcto y usar toda la fuerza disponible es lo lógico. Y la fuerza de UDC está en su buena relación con la derecha española que hoy gobierna y en su control de la banca. No es extraño, pues, que haya movilizado sus recursos y haya descargado semejante andanada. 

A esas amenazas, Mas ha respondido enardeciendo a los independentistas y desafiando a quienquiera que se les opongan, algo que no extraña a nadie porque es bien sabido que en las campañas políticas las amenazas y bravuconadas suelen estar al orden del día. Pero aun así, lo que hasta ahora parecía un plácido caminar hacia la utopía de la independencia patria ahora parece un auténtico campo de batalla. Las espadas en alto, los ánimos enardecidos y la victoria presidencial de Mas, que parecía fácil, en pleno riesgo.

A día de hoy, hay gran confusión en el electorado debida a la mezcla que la coalición JxSÍ hace de independentismo y campaña presidencial de Artur Mas. Hay muchos motivos para pensar que esta convocatoria es una estratagema del presidente para seguir en el poder sin que la oposición y el pueblo catalán le pidan cuentas por la política de destrucción de servicios públicos que está aplicando. Cierto que quienes en el entorno independentista no aceptan la doctrina de austeridad de Mas tienen en la CUP una posibilidad de apoyar el independentismo sin dar soporte al responsable inmediato de gran parte de la ruina social que padece el pueblo catalán, pero esa posibilidad la oculta la gran cantidad de propaganda desplegada en los medios que controla el gobierno. 

El bienestar social como primer objetivo lo defiende en estas elecciones “Catalunya Sí que es Pot”, una coalición de izquierdas formada expresamente para oponerse a la política neoliberal del actual gobierno. Esta formación no descarta el independentismo pero le antepone el bienestar del pueblo. Y quienes quieren defender a un tiempo el bienestar social y la independencia patria pueden optar por la CUP-CC, que se declara a la vez independentista y de izquierdas.

En el continuismo coinciden cuatro candidaturas, una catalanista y tres españolistas. La catalanista es UDC, la ex socia de CDC que ahora se le opone. Las españolistas son PSC-PSOE, formación española de centro izquierda que se alterna en el gobierno del Estado con la de derechas que es PP. Ese mismo PP, que actualmente gobierna en el Estado. Y C’s, un partido de reciente aparición que se opone abiertamente al independentismo y encubre su ideología de derechas mediante un discurso ambiguo y actuaciones políticas contradictorias.

La situación es confusa, debido en gran parte a la sospechosa doblez de la candidatura “Junts pel SÍ”. No parece que puedan hacerse pronósticos demasiado fundados. La pelota está en el tejado. Habrá que esperar a ver qué da el recuento de votos del próximo domingo día 27. /PC


NOTAS

JxSÍ “Junts pel Sí” 
Coalición electoral independentista encabezada en Barcelona por Raúl Romeva, ex parlamentario europeo independiente; Carme Forcadell, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC); Muriel Casals, expresidenta d’Òmnium Cultural; Artur Mas, presidente de la Generalitat de Catalunya y de CDC; Oriol Junqueras, presidente de ERC; y un grupo de personalidades catalanas hasta un total de 85 que cierra Pep Guardiola, exentrenador del F.C. Barcelona (BARÇA) y actual entrenador del Bayern de Munic. 

CUP-CC Candidatura d’Unitat Popular – Crida Constituent
Candidatura independentista de izquierda, de carácter asambleario, encabezada en Barcelona por Antonio Baños.

CatSíqueesPot “Catalunya Sí que es Pot”
Coalición de izquierdas integrada en un principio por Catalunya Verds, Esquerra Unida i Alternativa i Equo, a la cual se ha unido posteriormente la formación Podemos presidida por Pablo Iglesias.
Encabeza la lista por Barcelona Lluís Rabell, expresidente de la Associació de Veïns de l’Esquerra de l’Eixample y presidente actual de la Federació D'Associacions de Veïns de Barcelona.
Esta formación no descarta el independentismo pero le antepone el bienestar social del pueblo catalán.

PSC-PSOE Partit dels Socialistes de Catalunya
Sección catalana del Partido Socialista Obrero Español, de ideología socialdemócrata, contrario al independentismo y favorable a posiciones federalistas.
Encabeza la lista por Barcelona Miguel Iceta.

UNIÓ.CAT Unió Democràtica de Catalunya
Partido político de ideología democristiana, fundado en 1931, miembro fundador del Partido Popular Europeo. Hasta junio pasado integró junto con CDC la federación CiU que ha gobernado en Cataluña con la presidencia de Jordi Pujol y recientemente de Artur Mas.
Su cabeza de lista por Barcelona es Ramón Espadaler.
No descarta el independentismo pero lo somete a las decisiones del gobierno español, lo cual equivale a descartarlo.

PP Partido Popular 
Es la sección catalana del partido de derechas que gobierna en España.
Defiende por encima de todo la unidad de España y la sumisión de todos los organismos oficiales al orden constitucional español.
Ni que decir tiene que es contrario al independentismo y a todo cuanto no sea la aplicación de la política neoliberal que ordena la UE.
Está encabezado en Barcelona por Xavier García Albiol

C's Ciutadans - Partit de la Ciutadania
Formación de ideología no definida pero presumiblemente de derechas, que  tiene su origen en una plataforma opuesta al nacionalismo catalán creada en 2005.
Su cabeza de lista por Barcelona es Inés Arrimadas. 

PUBLICADO EN:
http://kaosenlared.net/la-campana-presidencial-de-artur-mas-se-complica/ 

domingo, 13 de septiembre de 2015

La paradójica situación política catalana actual

Ni la derecha catalana ni la izquierda española harán jamás libre y soberano al pueblo catalán. La derecha catalana lo hará esclavo de los ricos; la izquierda española le impondrá las leyes de España.


Estamos viviendo en Cataluña una situación política que si no es paradójica es por lo menos sorprendente. Un partido tradicionalmente de izquierdas que apoya las políticas antisociales del gobierno de derechas. Un gobierno de derechas que promueve la independencia de Catalunya con relación al Estado español pero que se declara partidario de la integración a esa UE que arruina los pueblos de su periferia. Un pueblo catalán que deslumbrado por el espejismo de la independencia que han creado los medios de comunicación que controla la derecha catalana acepta sin protestar las políticas antisociales del gobierno de derechas. Unos partidos políticos españoles que dicen querer defender al pueblo catalán pero que se niegan a reconocerlo como nación y le niegan el derecho a decidir democráticamente su soberanía... Veamos algunos datos.

Preside el gobierno Artur Mas i Gavarró, presidente a la vez de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), un partido de derechas afín al pensamiento neoliberal de la UE. Ese gobierno se dedica a destruir sistemáticamente el bienestar del pueblo catalán privatizando todo lo que es susceptible de ser privatizado; a desviar dinero público para financiar proyectos privados sacándolo de los presupuestos de servicios básicos para el bienestar social; financiar ilegalmente su partido mediante el cobro de comisiones por concesión de servicios y obra pública a empresas privadas; y otras lindezas de ese estilo. El presidente Mas justifica sus acciones contrarias al bienestar del pueblo catalán escudándose en el déficit fiscal de Cataluña con el Estado, pero calla que su partido CDC da incondicional apoyo en el parlamento español a todas las propuestas que presenta el gobierno. Y como gran estrategia de carácter electoral, ese presidente de un partido que no había sido nunca independentista antes de ahora, se erige en líder de un movimiento independentista que pretende la soberanía del pueblo catalán y, como ya hemos señalado, pone todos los servicios informativos catalanes a apoyar el ideario independentista pero enfocándolo en dirección a la incorporación de Cataluña al lobby de banqueros que es la UE.

El principal partido de la oposición es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), de tipo socialdemócrata, comprometido históricamente con la lucha por una república catalana independiente de España y con la defensa de los derechos del pueblo catalán como principal motivo. Pero ante la promesa del presidente Mas de potenciar la independencia de la nación catalana ha dejado de ser oposición de gobierno para pasar a apoyar toda la política antisocial del gobierno catalán. Tanto así que el 19 de diciembre de 2012 firma un pacto de gobernabilidad que le compromete a mantener este apoyo hasta 2016.

La renuncia de ERC a defender los derechos sociales en el Parlamento catalán hace que la asuman otros partidos con ideología de izquierda, siendo la Candidatura de Unidad Parlamentaria (CUP) el único que se declara a la vez independentista. Su acción política consiste en apoyar las propuestas independentistas y en oponerse a la política antisocial del gobierno, lo cual le está dando buen rédito electoral.

El resto de los partidos de ideología de izquierda no están a favor del proceso independentista. Uno es el Partido de los Socialistas de Catalauña (PSC), que mantiene estrechos vínculos con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE); otros son Iniciativa por Cataluña Verdes (ICV) y Izquierda Unida i Alternativa (EUiA).

Los partidos de la derecha son la sección catalana del Partido Popular (PPC) y Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía (C 's), que como es lógico defienden posiciones ultraconservadoras.

Siguiendo la estrategia electoralista que le llevó a declararse independentista, el presidente Mas convoca para el próximo 27 de septiembre unas elecciones que pretende tengan carácter plebiscitario. La condición que pone es que todos los partidos independentistas se integren en una lista electoral única, una clara trampa política que tiene como fin la reelección de su persona a la presidencia. ERC se aviene, pero la CUP no acepta el juego y decide presentarse en solitario. Da igual, porque a CDC ya le basta con el apoyo de ERC.

La concurrencia a la convocatoria del 27S se presenta a día de hoy del siguiente modo.

- De un lado CDC y ERC, junto con las organizaciones civiles Ómnium, ANC y Raul Romeva que concurrirán en una lista única que se llama Juntos Por Sí.
- Del otro ICV, Equo y Podemos, que se presentan en una única lista llamada Cataluny Sí se Puede.
- La CUP, que va en solitario como único partido independentista de izquierdas.
- Y en solitario también los partidos de derechas PPC y C 's.

La campaña electoral arrancó oficialmente este viernes 11S con la gran manifestación de la Diada, pero de hecho los medios de comunicación controlados por el gobierno catalán y CDC no han dejado de hacerla desde que Mas es presidente. En las redes sociales los voluntarios de uno y otro bando han roto fuego ya ardorosamente. Los de Juntos el Sí no quieren oír hablar de nada que no sea independencia. Los de Cataluña sí se puede, de bienestar social. PP y C 's hablan de la unidad de España y de la cohesión social, como si sus antecesores, los fascistas vencedores, hubiesen respetado jamás cohesión alguna que no fuese la de quienes piensan y sienten como ellos. Queda la CUP, que por un lado recibe quejas de los partidarios de Juntos el Sí y por el otro la sospecha de estar a favor de Mas, aunque ellos ya han dicho que no apoyarán su investidura. Y luego están los indiferentes, esa parte de la población que desaparece en la niebla del silencio porque no cree en nada y lo único que le interesa es su bienestar inmediato. Les da igual quien gobierne porque nunca se pararon a pensar en la relación que existe entre la forma de vida que nos tenemos que tragar y la ideología de quienes mandan.

Una vez más se pone en evidencia el poder de convicción de los medios de información, así como la debilidad democrática de este sistema dentro del cual tiene más posibilidades quien de más presupuesto dispone. Y más aún: la poca racionalidad del electorado, que sin pensar en las consecuencias de su voto se deja llevar por la simpatía personal de los candidatos.

No sabemos qué nos deparará este 27S, pero no esperamos nada nuevo. Pensamos que la gente seguirá siendo tan irreflexiva como hasta ahora; que los medios de comunicación seguirán controlando el pensamiento colectivo y que el tema de la soberanía nacional va a tener cuerda para largo. Difícilmente la gente se cuestionará nada de lo que ahora no se cuestiona, porque sin duda seguirá mirando la TV tantas horas como hasta ahora. Pero pase lo que pase, de algo estamos completamente convencidos:

Ni la derecha catalana ni la izquierda española hará jamás libre y soberano al pueblo catalán. La derecha catalana lo hará esclavo de los ricos (de los ricos catalanes, de los ricos españoles, de los ricos europeos ...); la izquierda española le impondrá las leyes de España más las que añada la UE. Sólo un partido surgido del pueblo, arraigado en el pueblo y controlado por el pueblo, que sea verdaderamente revolucionario y de izquierdas podrá guiar al pueblo hacia su liberación. Pero eso nos parece que todavía está muy pero que muy lejos.

Aun así, no debemos desfallecer. Dejemos que se guíen por espejismos quienes así lo deseen... o por antiguos esquemas quienes lo prefieran. Pero procuremos mantener la cabeza clara y el corazón entero. Que no nos deslumbre el triunfo ni la idea de riqueza que tienen los ricos. Que no nos arrastre el entorno. Que no nos gane el miedo. Pensemos bien qué queremos para la gente que amamos y apostemos por la opción política que nos parezca más adecuada para conseguirlo. Porque solo así podremos tener la conciencia tranquila tanto si acertamos como si erramos. / PC

PUBLICADO EN:

http://kaosenlared.net/la-paradoxal-situacio-politica-catalana-actual/

https://ecupres.wordpress.com/2015/09/14/la-paradojica-situacion-politica-catalana-actual/


viernes, 11 de septiembre de 2015

Catalunya genocidio cultural - 11 de septiembre


El 11 de septiembre de 1714 las tropas del Borbón Felipe V derribaron a cañonazos las murallas de Barcelona y ocuparon la plaza.

Tras aquella gesta guerrera, el Estado español prohibió los fueros y leyes seculares de la nación catalana e impuso las leyes de la corona española, prohibiendo además a un mismo tiempo el uso de la lengua catalana en todo documento escrito y exigiendo que el catecismo se enseñase en Catalunya en lengua castellana.

Fue el principio de un genocidio cultural que retomó fuerza en 1939 con la victoria de los fascistas sobre los republicanos y la dictadura regida por Franco que siguió.

Por esa razón el 11S es el Día de la Nación Catalana, “La Diada”.

Con el fin de conmemorarlo y animar al pueblo a seguir luchando, año tras año en esta fecha las manifestaciones patrióticas son notorias a lo largo y ancho de la pequeña geografía de Catalunya.

Hoy Barcelona bulle de fervor patriótico y al igual que en años anteriores una ingente multitud la invade.

La lucha por la libertad es lucha por la justicia. Nunca se dan una sin otra. + (PE)

PE/Ecupres agradece el envío de Josep Castello que, entre los 11 de setiembre, recuerda el genocidio cultural de Catalunya.



lunes, 7 de septiembre de 2015

La ruta del independentismo

¿No estará equivocando la ruta el independentismo catalán? En vez de ir hacia la izquierda en pos de la mayor parte del pueblo se ha ido a la derecha, donde sólo está la minoría acomodada. ¿Es bueno ese rumbo? ¿A dónde nos lleva?


Quien cuenta con experiencia montañera sabe que a veces errar el camino puede tener consecuencias desagradables que incluso pueden llegar a ser peligrosas. Por este motivo, quien busque compañía para hacer alguna expedición complicada debe tener presente que no todo el mundo es buen compañero de viaje; que hay que llevar cuidado, no sea que cuando menos lo esperes te traicione, como traicionan los falsos guías a los emigrantes que después de cruzar la frontera de México con EEUU los abandonan en el desierto o los llevan a donde no querían ir.

Esto lo decimos a propósito de la estrategia que sigue ERC en esta aventura patriótica que lleva a cabo. No sólo se ha juntado con la derecha catalana, traicionando la primera idea de su nombre, IZQUIERDA, sino que se ha puesto de lleno en sus manos y se ha obligado a seguir dócilmente la hoja de ruta que le marcan. ¿A dónde la van a llevar? ¿A qué parte del pueblo catalán representará a partir de ahora, a la misma que CDC? ¿Acaso quienes estén de acuerdo con la política antisocial de CDC necesitará ningún otro partido? ¿No es esta decisión un modo de hacerse fagocitar por su socio?

Por otra parte hay muchos motivos para no creer que el camino elegido por CDC nos lleve hacia la independencia. Un camino de confrontación con el Estado español que sólo sostiene una minoría de la población de Cataluña está de antemano condenado a la derrota. Porque visto fríamente y con ánimo de encarar la realidad, a pesar de la mucha propaganda hecha por los medios de información catalanes, aquel 9N en el que votaron desde los menores de edad (16 años) hasta gente que está en el último tramo de su vida, el deseado SI SI no superó el tercio del censo electoral. Visto lo cual cabe preguntarse si no es una ingenuidad pensar que los otros dos tercios de la población catalana maltratada por las políticas antisociales del gobierno catalán se tragarán el cuento de que la culpa de ese maltrato la tiene el gobierno español y que cuando seamos independientes nadaremos en la abundancia. Algo que por cierto contradice el mismo presidente Artur Mas cuando declara que después de la independencia los recortes presupuestarios seguirán; y también Oriol Junqueras cuando dice que “el pueblo catalán tendrá que hacer muchos sacrificios para que el país pueda seguir adelante. Pues bien, no es más razonable pensar que esa masa de población perjudicada por un gobierno que se declara independentista acabe harta de independentismo y apueste por alguna otra formación política menos patriótica pero más humana?

También hay más consideraciones a hacer acerca de si el camino elegido por ERC es bueno o si es malo, como la preguntarnos cuál es el verdadero objetivo de CDC. ¿Es la independencia de Cataluña lo que busca el partido de la burguesía catalana? ¿En qué momento del pasado, tanto lejano como reciente, la derecha catalana ha sido partidaria de la independencia? ¿No será más bien que ese partido de derechas quiera valerse del afán independentista para salir del hoyo en que la habían metido las políticas seguidas en sus últimos períodos de gobierno? Si así fuese, ERC no sería más que un paraguas que CDC podría desechar tan pronto como cese la lluvia o en caso de que el paraguas decida cerrarse. Y si eso sucediese, ¿cuántos de sus votantes le perdonarán a ERC el miserable papel que habrá estado haciendo junto a CDC?

Toda esa perspectiva negativa que vemos si tomamos como punto de mira ERC se torna positiva si miramos desde CDC. Y no tan solo sólo porque su estrategia le habrá servido para seguir en el gobierno y poder así llevar a cabo su política neoliberal sino porque dentro del marco de la actual UE, la apuesta neoliberal tiene mucho más futuro que la de los independentismos, sean del país que sean. Y puesto que quien lleva el timón de esa coalición de gobierno pro independencia es CDC, nada le impedirá deshacerse de ERC en el momento que le convenga.

Veamos ahora qué perspectiva tenemos del rumbo independentista si en vez de remontarnos a las altas esferas miramos desde el nivel del suelo, que es donde se halla y mira el pueblo catalán.

Los años que sigan al triunfo de la lista única, si es que triunfa, serán de continuidad de la política neoliberal que sigue el actual gobierno convergente. Si hasta ahora la presencia de ERC no ha servido para detener la voracidad de las derechas sobre la sociedad catalana, tampoco cabe esperar que sirva en adelante. Las condiciones de vida de la gente no mejorarán en absoluto porque el gobierno seguirá aplicando todas las medidas restrictivas que le señalará el gobierno de España en función de lo que ordenen desde Bruselas. Y si el mal nos viene de la UE y el gobierno independentista está por aceptarlo, el único fundamento para ese independentismo sería “el déficit fiscal”, porque la supuesta superioridad genética del pueblo catalán sobre el español que argumenta el profesor Oriol Junqueras, además de insostenible es insultante para más de la mitad de la actual población de Cataluña, con lo cual no es sino un riesgo para la convivencia pacífica de toda la población catalana y en consecuencia para el mismo independentismo. Y en el caso (poco probable pero posible) de que hubiese un sustancial cambio de fuerzas en el gobierno español y la política se volviese más humana, ¿quién con dos dedos de frente apostaría por la confrontación que comporta el independentismo? 

Difícilmente desde el punto de vista del pueblo catalán de clase no privilegiada puede ser aceptable el rumbo que llevan CDC y ERC. A la gente que por ser catalana y por ser clase modesta hemos sufrido durante años tanto las políticas agresivas de España como las de la burguesía catalana (que dicho sea de paso nunca le ha hecho ascos a las disposiciones gubernamentales españolas) no nos resarce de nada este independentismo de la derecha catalana. Dejar de estar sometidos a España para estarlo en la UE es salir de las llamas para caer en las brasas. Otra cosa sería un proyecto político que mirara por el bien del pueblo catalán, de todo el pueblo, no sólo de las clases altas. Eso sí que daría sentido al independentismo. Pero hoy por hoy no parece que esta idea esté en ninguno de estos dos grandes líderes del independentismo catalán que son CDC y ERC. 

Quizá, pues, la soberanía de la nación catalana nos exija renunciar a guiarnos por espejismos y seguir luchando serenamente hasta que aparezca en la escena política catalana alguien con la necesaria amplitud de miras y suficiente poder de convocatoria. / PC

ORIGINAL EN CATALÁN