lunes, 28 de septiembre de 2015

Elecciones autonómicas en la comunidad autónoma catalana del Estado español



Ayer domingo 27 de setiembre se celebraron elecciones autonómicas en Cataluña, las cuales habían sido presentadas por el actual gobierno autonómico catalán a modo de plebiscito. Las formaciones independentistas obtuvieron 72 de los 135 escaños parlamentarios, lo cual les permitirá gobernar en mayoría.

Con una población de siete millones y medio de habitantes, Catalunya representa el 16% del Estado español. La organización en comunidades autónomas del estado concede a las mismas algunas competencias administrativas, lo cual no impide que en algunas de ellas una buena parte de la población sienta que está injustamente sometida al Estado. Tal es el caso de Cataluña, que fue anexada a la corona española hace tres siglos por la fuerza de las armas, habiéndosele impuesto leyes, administración y lengua. 

La dictadura que instauró en el Estado español el triunfo de los rebeldes fascistas sobre el legítimo gobierno de la II República se empeñó en llevar a cabo un auténtico genocidio cultural en Cataluña y en Euskadi. La franca resistencia que encontró en ambos territorios hizo que sus respectivas lenguas, el catalán y el euskera perviviesen hasta el advenimiento de la democracia y la organización estatal en forma de comunidades autónomas, tras la cual fueron declaradas cooficiales las lenguas autóctonas en sus respectivos territorios y establecía obligatoria su enseñanza en la escuela. 

No obstante, la política regresiva que la derecha española ha llevado a cabo en las dos últimas legislaturas ha exacerbado los ánimos y ha fortalecido la reivindicación nacional del pueblo catalán, la cual ha hecho suya el actual presidente autonómico Artur Mas a fin de desviar hacia el independentismo la indignación del pueblo por las políticas neoliberales que su gobierno está llevando a cabo. 

Sin dudar en absoluto del sincero deseo de una buena parte del pueblo catalán de librarse de la opresión española, cabe señalar que las grandes movilizaciones populares que han precedido a las presentes elecciones autonómico han sido posibles gracias a la gran cantidad de propaganda de todo orden que los medios informativos catalanes vienen desplegando a lo largo de los últimos tres años más la acción continuada de organizaciones como Assemblea Nacional Catalana (ANC), Associació de Municipis per la Independència (AMI) entre muchas otras, más las propias de los partidos independentistas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Candidatura d’Unitat Popular (CUP) principalmente, a las cuales hay que agregar las de toda la izquierda extraparlamentaria catalana que de un tiempo acá está en plena actividad de reivindicación social y patriótica a un tiempo, puesto que como ya señalaron los libertarios catalanes allá por los años treinta del pasado siglo veinte, la libertad de los pueblos es tan exigible como la de las personas.

Hoy veintiocho de setiembre de 2015 se inicia una nueva etapa en la política catalana que sin duda afectará a la española. Los gobiernos estatales podrán seguir haciendo oídos sordos a las reivindicaciones del pueblo catalán durante bastante tiempo, conocedores como son del viejo refrán que dice “perro ladrador poco mordedor”, pero difícilmente podrán evitar que el clamor reivindicativo independentista se sume a los que despiertan las injustas políticas neoliberales que impone la UE.

No es probable que Catalunya pueda por el momento independizarse de España porque ni la UE ni ninguna potencia mundial parecen estar dispuestas a dar soporte a procesos secesionistas, pero no es descartable que surjan organizaciones políticas capaces de encauzar la rebelión del pueblo de modo tal que obligue a establecer formas de gobierno y organización estatal que puedan ser aceptadas por las minorías que en el presente se muestran agraviadas.

El poder opresor del capitalismo es inmenso y se ha impuesto en el mundo entero de forma aterradora. Pero el espíritu de rebeldía es inherente a la naturaleza humana y sin duda va a presentar batalla a la opresión hasta el final de los tiempos. La actual lucha del pueblo catalán por reivindicar su soberanía se sumará sin duda alguna a la de otros pueblos y naciones que sufren la injusta organización social que las oligarquías imponen. Los logros de esas luchas son impredecibles, pero es obvio que de ellas depende el futuro de la humanidad, amenazada hoy día por la codicia de unas minorías enloquecidas que destruyen el mundo entero. 

En este 27S el pueblo catalán ha dado muestras de querer poner la dignidad humana en el primer plano de la política. Quienes sentimos palpitar en nuestro pecho un corazón catalán nos enorgullecemos de ello y esperamos que esta lucha continúe hasta establecer en nuestra patria catalana el pleno dominio de la justicia social y el respeto que todo ser humano y por ende la población merecen. /PC




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